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lunes, 11 de mayo de 2015

Nuevas amenazas de Águilas Negras contra estudiantes

El movimiento político y social Marcha Patriótica rechaza rotundamente las amenazas. Este es un atentado contra la libertad de cátedra y la autonomía universitaria; son inaceptables la intimidación y el señalamiento en cualquier ambiente académico




El pasado 7 de mayo se recibió, en los correos electrónicos de 11 estudiantes de la Universidad Nacional, una intimidación firmada por el Bloque Capital D.C Águilas Negras, amenazándolos de muerte o tortura, en el marco de la asamblea permanente que se adelanta en el campus universitario.

El movimiento político y social Marcha Patriótica rechaza rotundamente las amenazas. Este es un atentado contra la libertad de cátedra y la autonomía universitaria; son inaceptables la intimidación y el señalamiento en cualquier ambiente académico en el que se privilegian la discusión argumentada y la diversidad de posiciones, por cuanto también interfieren la tranquilidad de los estudiantes y en nada contribuyen a la construcción de una sociedad tolerante, democrática y en paz.

Junto al Observatorio de Derechos Humanos “Iván David Ortiz” y la Federación de Estudiantes Universitarios, la Marcha Patriótica denuncia ante la comunidad nacional e internacional las amenazas de muerte contra los estudiantes Ómar Andrés Gómez Orduz, Óscar Mauricio Aponte Moreno, Sebastián Reyes Bejarano, Santiago Patiño Ramírez, Ximena Canal Laiton, Miguel Ángel Pinzón Velásquez, Itayosara Rojas Herrera, Luis Eduardo Cuervo Lugo, Simón Ladino Cano, Cristian Camilo Cartagena Ospina y Katherine Alejandra Duque, así como contra los profesores Leopoldo Múnera, Mario Hernández y la profesora Piedad Ortega de la Universidad Pedagógica Nacional.

Se responsabiliza al Gobierno Nacional en cabeza del presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón, y al mayor general Humberto Guatibonza Carreño, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, por la garantía de la plena vigencia y materialización de los derechos constitucionales a la vida, la seguridad e integridad personal, además de los derechos a la libre asociación, movilización y expresión fundados sobre principios democráticos.

También se exige que se activen los mecanismos pertinentes para la protección de los derechos humanos de estudiantes y docentes, y proceder a la debida investigación de la situación actual, que compromete la integridad y la vida de miembros, no solo de la UN sino también de otras universidades.

Testimonio de los estudiantes amenazados

Ómar Andrés Gómez Orduz, responsable nacional de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, mostró su preocupación ante los hechos de persecución que durante varios meses se han presentado.

Comprometidos con las iniciativas de movilización que se han desarrollado en la UN, enmarcadas en el rechazo al Plan Nacional de Desarrollo, la política educativa del Gobierno Nacional y las reformas que son lesivas para la educación, y en particular al paro de trabajadores por mejoras salariales, por lo cual se llevó a cabo una asamblea permanente a lo que posteriormente se sumaron estudiantes y profesores alrededor de un pliego de peticiones de seis puntos que tienen que ver con la crisis de la universidad y la exigencia de la democratización de la misma, se realizaron una serie de tomas y campamentos, en diferentes facultades de la universidad entre esas la del departamento de Sociología.

El pasado miércoles 6 de mayo, se levantó el paro por parte de los trabajadores, y los estudiantes decidieron hacer una reunión de coordinación con los diferentes procesos, para analizar la situación llegaron a la conclusión de continuar con la asamblea permanente por parte de los estudiantes en tanto que los puntos del pliego no fueron resueltos por la Administración y que el rector Ignacio Mantilla se niega a entablar diálogos con los estudiantes.

En este contexto se presentan las amenazas a los estudiantes en su gran mayoría de sociología, y a tres profesores.

Pero éste no es un caso aislado. En el último periodo se han venido presentado amenazas, persecuciones e intimidaciones a dirigentes y al movimiento estudiantil en todo Colombia. Por estos motivos los estudiantes han tenido que irse del país. Así fue el caso de un listado con nombres y precios a las cabezas de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira, o cuando los medios de comunicación hacen su contribución a la estigmatización, como la remetida por parte del periódico “El Meridiano”, que realiza señalamientos de manera irresponsable acusando al reconocido dirigente estudiantil de la Universidad de Córdoba, Iván Darío Ojeda Castrillón.

“Es todo un escenario de enrarecimiento que preocupa mucho, porque ahonda la crisis humanitaria que se vive hoy en las universidades del país, y que no tiene respuesta del Gobierno Nacional para prestar las garantías suficientes para ejercer el derecho legítimo a las protestas sociales, y más cuando las universidades son el mejor espacio para abordar el libre debate a las ideas y el ejercicio académico”, expresó el estudiante Ómar Andrés Gómez Orduz.

Omar, que continua con sus actividades académicas a pesar de las amenazas directas en su contra, explicó que esta vez la intimidación llegó a los correos institucionales de los estudiantes y también a la dirección de la facultad de ciencias humanas.

La amenaza: “11 por 11, ojo por ojo”

Se trata de un panfleto que enviaron vía electrónica, desde un correo a nombre de “Luis Eduardo Cifuentes Galindo” (capitanvictoria2015@gmail.com) reconocido como alias ‘El Águila’, quien fue el jefe paramilitar del Bloque Cundinamarca de las Autodefensas. Además, está firmado como “Águilas Negras” y en el mismo aluden a los estudiantes de impulsar una serie de acciones subversivas en la universidad y de estar vinculados con las FARC en específico. ”También se nos señala por adelantar jornadas de movilización frente a las problemáticas de la universidad, por impulsar una campaña en favor del pensamiento crítico y en respaldo al profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, quien ha tenido una persecución fuerte en los últimos años”, dijo Ómar Gómez.

“11 por 11, ojo por ojo”, dice el conminatorio, haciendo referencia y una analogía a lo transcurrido semanas atrás en el departamento de Cauca, donde murieron once militares, vinculando así a estos estudiantes de la Universidad Nacional ”en una situación de la cual nosotros no tenemos ningún tipo de vinculación o relación, ni nada parecido”.

Estudiantes se movilizaron contra las amenazas

Cuando suceden estos hechos, los estudiantes víctimas de amenazas se dirigen a distintas instancias, tanto de organizaciones que desarrollan labores alrededor de violaciones a los derechos humanos, quienes hacen acompañamiento jurídico y psicológico dada la gravedad del caso; así como también a instancias institucionales del Gobierno Nacional, como Policía y Fiscalía, desde donde desafortunadamente no han tenido respuestas efectivas en el sentido de poder proteger la vida a los miembros de la comunidad universitaria y el derecho a la organización que toda democracia debe garantizar.

Evidentemente se enmarca en lo que vive el país, en el profundo conflicto social, político y armado, una estrategia sistemática de persecución con vínculos con el paramilitarismo, demostrando así que el movimiento estudiantil hace parte de las víctimas y que es nefasto que esta problemática no tenga una relevancia mayor.

La respuesta hasta el momento es curiosa, porque el Estado colombiano lo que afirma en las diferentes instancias donde se han instaurado las denuncias, es que las Águilas Negras no existen. Que es un grupo paramilitar que se extinguió. Por lo cual no habrá ningún tipo de procedimiento, dado que ellos suponen que son inventos de la comunidad universitaria. No habrá ninguna conducta por parte de ellos, bajo ese concepto del Gobierno, un concepto que esconde la realidad de una reparamilitarización.

A propósito de esto, el estudiante Ómar Gómez concluyó: “Es raro que las amenazas, no solamente a dirigentes políticos, sino en conjunto a líderes estudiantiles, han sido firmadas por las Águilas Negras en todo el país. Lo que nos demuestra que más allá de que se señale -por parte del Gobierno- que son bandas criminales, hay todo un ejercicio de reagrupamiento muy fuerte y preocupante de paramilitarismo en muchas zonas del país, que enrarecen el ambiente que se viene desarrollando alrededor de los diálogos de paz en La Habana, y por lo que las garantías son mínimas para ejercer nuestra actividad estudiantil y política”.

Sobre la movilización con antorchas y faroles, que realizaron alrededor de 250 estudiantes y profesores de diferentes facultades para rechazar las amenazas, Leopoldo Múnera, profesor de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional, aseguró que ese acto fue solo una primera reunión de rechazo a las amenazas e intimidaciones contra académicos del país. “Esperamos que esto se erradique totalmente de Colombia y que nunca más ninguna persona sea amenazada por lo que piense, haga o diga”, aseguró el profesor.

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