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martes, 27 de junio de 2017

Guerrilleros presos, en huelga por incumplimiento del Gobierno

Entrevista con el comandante guerrillero Fabián Palomar Cardozo, preso en la cárcel de Normandía de Chiquinquirá (Boyacá)

Presos en huelga en la cárcel del Barne.


Nelson Lombana Silva

Mientras el país nacional celebra alborozado el acto de dejación de las armas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), en cumplimiento a lo pactado en La Habana (Cuba) y firmado protocolariamente en el teatro Colón de Bogotá, los guerrilleros presos en las mazmorras del régimen tuvieron que irse a huelga indefinida para presionar al Gobierno nacional a cumplir lo pactado en dicho acuerdo.

Al parecer cerca del 80 por ciento de la insurgencia fariana detenida sigue tras los fríos barrotes de la represión carcelaria, seis meses después de haberse implementado la ley 1820 de amnistía. En algo tan elemental para cumplir, Juan Manuel Santos Calderón, el denominado “presidente Nobel de Paz”, no ha cumplido, lo cual preocupa al movimiento guerrillero y al pueblo colombiano en su conjunto ahora que se inicia el proceso de implementación de todo lo acordado.

La huelga comenzó este martes 27 de junio a partir de las 6:30 am en todas las cárceles del país, mediante desobediencia civil. Incluso en cárceles como la de Barne, algunos guerrilleros se han cosido la boca, con el propósito de llamar la atención del pueblo colombiano y de la comunidad internacional para exigirle al presidente Santos que cumpla con su palabra, con lo pactado.

En esta protesta de los presos políticos y de conciencia se ha sumado el comandante fariano Jesús Santrich, gesto que los prisioneros destacan como un apoyo y como una ratificación a la unidad que caracteriza a la guerrilla que ha dejado las armas y están dispuestas a empuñar valerosamente la dialéctica mágica de las palabras, de las ideas y de los argumentos para seguir adelante con su proyecto estratégico.

El comandante guerrillero fariano Fabián Palomar Cardozo, perteneciente al comando conjunto central Adán Izquierdo, que tuvo su jurisdicción principalmente en los departamentos de Tolima, Huila, Valle y Quindío, y preso en la cárcel de Normandía de Chiquinquirá (Boyacá), al destacar la solidaridad del comandante Jesús Santrich, dijo: “El hecho que esté el camarada Jesús Santrich es un aporte de los más grandes que podemos tener en estos momentos toda la población privada de la libertad”.

Dijo además, que en este penal hay entre 185 y 190 guerrilleros presos y a nivel nacional 1.200, aproximadamente. Denunció la postura reaccionaria del juez primero de Tunja (Boyacá), al no haber firmado hasta la presente una sola boleta de libertad, seis meses después de haber sancionado la ley de amnistía el presidente Juan Manuel Santos Calderón.

El líder guerrillero llama al pueblo a asumir como suyos los acuerdos, a hacerlos respetar y cumplir mediante la organización y la movilización de todos y todas.

En exclusiva, la página web www.pacocol.org pudo dialogar vía celular con el comandante guerrillero Fabián Palomar Cardozo, quien confirmó las razones de la protesta y la necesidad de hacer causa común para impulsar la implementación de los acuerdos sin dilación de ninguna naturaleza. La entrevista es la siguiente:

—Compañero guerrillero, ¿De dónde se está reportando?

—Me estoy reportando de la cárcel Normandía de Chiquinquirá (Boyacá).

—¿Por qué la huelga indefinida que han comenzado en distintas cárceles del país?

—Con base en el incumplimiento del Gobierno nacional de la ley 1820 que tiene que ver con la amnistía a los prisioneros políticos según el acuerdo concebido en La Habana (Cuba), entre las FARC y el Gobierno nacional.

Después de seis meses de haberse promulgado la ley, hasta el momento el Gobierno ha dejado un promedio del 80 por ciento de la población carcelaria fariana dentro de las cárceles.

—¿Cuánto personal fariano se encuentra en esta cárcel de Chiquinquirá?

—En esta cárcel hay un promedio que oscila entre 185 y 190, más o menos. Pero, a nivel nacional hay un promedio de 1.200.

—¿Qué actividades vienen a desarrollando en el marco de esta protesta?

—Hay varias actividades, las cuales dependen de cada una de las cárceles. En algunas se están desarrollando asambleas permanentes con huelga de hambre. En la prisión de El Barne tenemos unos compañeros que se han cosido la boca, en otras cárceles igualmente. En la cárcel Normandía de Chiquinquirá se está llevando a cabo una jornada de desobediencia civil, que consiste en no permitir la contada por parte de la guardia del [Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario] Inpec, no estamos recibiendo alimentos, no se están permitiendo las actividades normales que se desarrollan dentro de una cárcel. Eso es fundamentalmente lo que se está haciendo.

—¿Hasta cuándo irá esta protesta de los presos políticos farianos en las cárceles colombianas?

—Por el momento la tenemos de manera indefinida. El camarada Jesús Santrich también se ha declarado en la jornada de huelga de hambre, en apoyo y solidaridad para con nosotros que estamos dentro de las prisiones.

—Precisamente, sobre eso le iba a preguntar. ¿Qué significa para ustedes, prisioneros en las mazmorras del régimen opresor, que un comandante de la talla de Santrich también esté participando de la huelga de hambre en solidaridad con todos los presos políticos farianos y de conciencia?

—Para nosotros es muy importante, porque nosotros siempre hemos sido un pueblo en bloque, en conjunto, consolidado a través de la historia y esta actitud demuestra una vez más que los presos y los que están afuera, pues estamos unidos en una sola pelea, en un solo propósito que es el cumplimiento de lo acordado. En eso estamos comprometidos todos.

El hecho de que esté el camarada Jesús Santrich es un aporte de los más grandes que podemos tener en estos momentos toda la población privada de la libertad.

—Compañero: ¿Cuál es la moral revolucionaria que tienen los presos políticos en esta cárcel de Chiquinquirá?

—La moral es muy alta, siempre nos hemos caracterizado por eso. Expusimos la vida en el combate, en la trinchera, en medio de todo el fragor de la lucha, pues ¿por qué no la vamos a tener ahora en estas condiciones? En esta estamos y en esta estamos comprometido todos.

—¿Cuál ha sido el trato por parte del Inpec en esta prisión?

—El trato ha sido “normal”. En estos momentos el juez primero de penas de la cárcel de Tunja, es el principal enemigo, no quiere decir que los otros no sean en menos proporción, pero el juez primero de penas de alta seguridad de la cárcel es uno de los enemigos declarados de la población carcelaria perteneciente a las FARC hasta el momento. Seis meses después, habiendo presentado toda la documentación requerida, no ha liberado a ninguna de las personas que tiene bajo su despacho.

Eso es preocupante porque hay personas que están poniendo palos a la rueda y dentro de eso están los jueces de ejecución de penas a nivel nacional, unos más que otros, caso particular del juez primero de Tunja. Es como único, pues porque los otros a cuentagotas han venido liberando, pero éste se ha declarado en total desacuerdo con los acuerdos acordados y no ha permitido la liberación de nadie.

—Este juez primero hace parte del Estado. ¿Esto indicaría que el Estado viene incumpliendo lo pactado en La Habana y firmado en el teatro Colón de Bogotá?

—Sí. La situación de nosotros es una de las tantas cosas que el Gobierno se ha comprometido a cumplir, pero no ha venido cumpliendo hasta ahora. Ahí tenemos el programa agrario integral, tenemos la participación política, tenemos un poco de cosas.

Si uno ha cumplido con la cosa más elemental, fácil, la más mínima que es la liberación de los presos, imagínese la pelea que nos espera para el cumplimiento de todo lo demás.

Nosotros somos solamente uno de los elementos que están dentro del programa, dentro de lo acordado.

—¿Hay enfermos en esta cárcel?

—Sí, tenemos unos compañeros bastante graves. Hay un vídeo donde tenemos unos compañeros que están amputados, por ahí en el momento de que fueron detenidos.

—Solidaridad. Vamos a contarle al mundo lo que viene ocurriendo en Colombia cuando la guerrilla de las FARC le ha dicho adiós a las armas, el Gobierno no reconoce esta histórica decisión, no viene cumpliendo lo pactado, lo acordado.

—Nos preocupan varias cosas: 1. El ex ministro Luis Fernando Londoño en su momento dijo que los acuerdos los haría trizas, en el congreso que tuvo el Centro Democrático lo confirma. Pero el presidente Juan Manuel Santos no dice eso, pero en cierta forma también está ayudando a ese propósito, porque el hecho de no implementarlo de lo que está dentro de su competencia, eso también ayuda a lo que el Centro Democrático viene planteando. Entonces, esta es una de las grandes preocupaciones que tenemos en estos momentos.

—¿Cuál sería su mensaje a la comunidad nacional e internacional en relación con esta lucha que han comenzado en todas las cárceles colombianas?

—El llamado es a toda la población para que se apersone y haga propio los acuerdos, que los haga respetar y valer; que nos apoyen en la jornada justa que estamos dando nosotros. Dimos la vida en el campo de batalla, dimos la vida en las trincheras, dimos la vida donde fue necesario y la seguimos dando por el bien del país, por la paz de Colombia, seguimos comprometidos y por ello, necesitamos el concurso de todos quienes deseamos un mundo diferente, una Colombia mejor para todos y todas, para nosotros y para nuestros hijos.

—¿Usted en qué frente guerrillero militaba?

—Soy del Comando Conjunto Central Adán Izquierdo, que operó en los departamentos de Tolima, Huila, Quindío.

—¿Cuántos años en la fila de la insurgencia?

—Más o menos bastanticos. Creo que casi toda mi vida la he dedicado a este proceso.

—¿Usted fue detenido en dónde?

—Por Bogotá, cumpliendo tareas de la organización, pero trabajé últimamente en el departamento del Tolima.

—Muchas gracias por la entrevista y estaremos pendiente del desarrollo de los acontecimientos. Saludos a todos y todas.

—Muchas gracias. Igualmente, resulta grato contar con el apoyo que nos han dado algunos medios de comunicación. Unos, porque otros han sido agresivos y solamente han estado pendiente de la dejación de las armas y han utilizado muchos calificativos que no ayudan a apaciguar las condiciones del país.

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