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viernes, 5 de enero de 2018

Simatol: “2018 será un año de lucha política y lucha sindical”

Entrevista a Álvaro Vargas Moreno, dirigente del Sindicato de Maestros del Tolima.

Álvaro Vargas Moreno, directivo Simatol. Foto Nelosi.


Nelson Lombana Silva

El profesor Álvaro Vargas Moreno, dirigente del Sindicato de Maestros del Tolima (Simatol), habla sobre las expectativas para el 2018. Según el dirigente sindical, este será un año de mucho agite, lucha política, pero también lucha sindical y popular.

Aspira la unidad del pueblo colombiano y sobre todo del magisterio para avanzar en la defensa del proceso de paz, cerrándole el paso a los “violentólogos” que hacen ingentes esfuerzos por hacer trizas el proceso de paz para que Colombia se siga desangrando.

Critica el pírrico salario mínimo, señalando la cascada de impuestos y la carestía de los alimentos que conforman la canasta familiar, el transporte y la educación.

Durante este año, se proyecta la construcción de 13 megacolegios en Ibagué de los 35 que se han considerado. Esta iniciativa no arranca en forma en el departamento, señala el líder sindical.

Dijo también que este año está cargado de elecciones, pues no solamente hay elecciones para elegir parlamento y presidente de la República, sino también en la principal central obrera CUT, también Fecode y subdirectivas en todo el país.

El profesor Álvaro Vargas Moreno llama a fortalecer una gran convergencia que permita tener un buen número de parlamentarios en el Congreso de la República y un presidente de la República consecuente con la paz y la justicia social.

Entrevistado por la página www.pacocol.org esto dijo:

—¿Qué expectativas tiene usted del año 2018?

—2018 nos va a deparar la coyuntura política que va definir entre dos opciones: una es la paz, la cual nosotros como agremiación sindical Sutet Simatol, como sector democrático progresista, estamos porque se consolide la paz que ha sido firmada en La Habana (Cuba) y, fundamentalmente, se le de salida que tiene que ver con el Congreso de la República en relación con la Jurisdicción Especial de Paz y a su vez también todo lo que tiene que ver con el trámite legislativo para que se consolide de una vez por todas y se blinde este proceso y así se produzcan los grandes cambios y transformaciones que necesita el país en su conjunto.

—¿Qué opina usted del salario mínimo aprobado por el Gobierno nacional?

—La verdad es que este salario mínimo no corresponde a las pretensiones que plantearon las centrales obreras, fundamentalmente la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), lo cual hace que precisamente haya sido deslegitimado por la organización que aglutina el mayor número de trabajadores, entre ellos el magisterio y otra serie de trabajadores de Asonal Judicial, los profesores universitarios, igualmente muchas instituciones descentralizadas del orden nacional, departamental y local.

Eso lleva a decir que la oleada alcista de los artículos básicos de la canasta familiar han quedado por debajo el pírrico aumento, más todos los anuncios que hace el Gobierno nacional en materia de incrementos frente al tema de las tarifas SOAT, lo que tiene que ver con la parte de los impuestos se van a generar y a gravar. El tema –igualmente– de los útiles escolares y el ingreso a las universidades…

Eso hace en gran parte que prácticamente ese pírrico incremento salarial del 5,9 por ciento que quedó casi que decretado por el Gobierno nacional, casi que unilateralmente, pues realmente no refleje la realidad frente a la pérdida del poder adquisitivo del salario y fundamentalmente frente a esa oleada alcista y cascada de impuestos que van a regir durante el año 2018.

—Ahora, en relación con la actividad de los maestros del departamento de Tolima, ¿qué expectativas hay?

—Tenemos que señalar que en primer lugar, vamos a presentar una serie de pliegos de peticiones, tanto al Gobierno departamental y municipal; en segundo lugar, vamos a estar inmersos en el desarrollo del proceso electoral del 11 de marzo, de mayo y de junio si hay segunda vuelta.

Pero, a su vez, vamos a tener un proceso eleccionario para elegir a nuestros voceros a la CUT, en nuestra Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (Fecode), en la subdirectiva CUT Tolima, igualmente en Simatol, que está para el 21 de septiembre.

A su vez, vamos a tener grandes actividades en materia de capacitación, de formación, de actualización a los maestros del 1278, los nuevos educadores del 2277, pero a su vez, también, vamos a estar muy a la expectativa de las orientaciones que hagan las centrales, pero fundamentalmente nuestra Federación en torno al tema de la salud, que en este caso, si bien es cierto han sido adjudicados los servicios médicos asistenciales, de todas formas siguen con grandes falencias, lo cual todavía los pliegos de condiciones en términos de referencia y contrarreferencia no se ponen al orden del día, lo que genera grandes problemas, en especial en la entrega de citas médicas, órdenes con especialistas, entrega de medicamentos, etc., lo que ha hecho que realmente el magisterio esté muy inconforme como, a su vez, también las costas por procesos judiciales que se adelantan en los juzgados y en los tribunales del departamento, en el cual han salido desfavorables a los maestros y maestras, lo que hace que tengan que pagar sumas exorbitantes entre 750 mil y 2'500.000 pesos.

Ese va a ser un tema de bastante reflexión y nosotros vamos a estar a la expectativa, naturalmente, convocando, como ha sido tradición, a los sectores populares a la lucha y fundamentalmente a la confrontación del modelo neoliberal en boga.

—En el caso de los megacolegios para la ciudad de Ibagué (Tolima), ¿cómo va esta situación?

—En relación con los megacolegios en Ibagué, fundamentalmente, la Administración municipal y el Gobierno nacional han asignado recursos significativos, se van a dar 35 instituciones educativas en megacolegios; está previsto para el presente año 13 de ellos que van a entrar en funcionamiento, son megaobras.

Nosotros hemos sostenido que jornada única sí, pero con condiciones. Es decir: que se generen los currículos, el plan de estudios, la alimentación y el transporte escolar.

También que se brinde un salario profesional, horas extras a los trabajadores de la educación y, por otro lado, que haya una administración colegiada con padres de familia, estudiantes y haya veedurías para que en el caso de Ibagué, pero fundamentalmente en el departamento, donde vemos que la jornada única no arranca, solo unas pocas instituciones como en Bilbao (Planadas), Saldaña, Mariquita y San Antonio, que van a ver instituciones educativas que van a convertirse en jornadas únicas; ojalá haya una actitud concertada con las comunidades para su funcionamiento, pero fundamentalmente para que el Gobierno nacional y departamental tengan los recursos y las disponibilidades presupuestales para que esto se vuelva realidad.

—Es decir, 2018 será un año de lucha económica, pero también lucha política y movilización…

—Esa va a ser la denominación. Eso es lo que esperamos. Esa ha sido nuestra tradición. Esperamos que muchas fuerzas democráticas, progresistas, de la UP, de todas las organizaciones que hemos estado en esa orilla, podamos incursionar realmente en el tema político y podamos tener un buen número de curules de representantes para que nos representen dignamente en el Congreso de la República. Además, tengamos presidente de la República que esté acorde con el proceso de paz y con medidas a favor del pueblo.

Rechazar esas candidaturas antipopulares que vienen ya anunciando reformas tributarias y seguir bajo la égida de OCDE en lo que tiene que ver con la reforma pensional que estaría aumentando la edad. Este va a ser un año seguramente muy agitado. Esperamos la unidad de todos y todas para poder empujar todos estos procesos.

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