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miércoles, 19 de enero de 2022

Sede de la U Nacional en Tumaco: ¿Un elefante blanco?

La Contraloría abrió un proceso por cuenta de un posible daño patrimonial de $2359 millones por esta obra, que once años después de adquirir su lote para operar aún no tiene finalizada la sede.


 

Hallazgos de la Contraloría muestran que, por fallos en planeación e interventoría, se han duplicado recursos por la necesidad de tumbar y volver a construir la prometida sede.

Esto ha llevado a pensar que ha habido presunto detrimento patrimonial. Mientras tanto, la sede actualmente funciona a medias y falta mucho por entregar.

Se alerta sobre demoras en la entrega, sobrecostos e incumplimientos, a tal punto que, pese a los millonarios recursos prometidos, ya se habla como si fuera un elefante blanco.

Es así como la Contraloría abrió un proceso por cuenta de un posible daño patrimonial de $2359 millones por esta obra, que once años después de adquirir su lote para operar aún no tiene finalizada la sede.

Sin embargo, la sede todavía no se ha entregado y esto tiene que ver con que en la fase de diseños se cometieron tantos errores que fue necesario demolerla y volver a empezar.

Los problemas en la gestión del proyecto


La situación halla la describe así el diario El Colombiano:

Para poder firmar ese contrato, la Universidad Nacional suscribió una orden contractual de prestación de servicios (OPS) en 2014 por dos meses con la empresa Ingeniería Civil y de Presas S.A.S. por $50 millones para “realizar la modelación matemática tridimensional y la elaboración de planos del diseño estructural, para la planta física de la sede”. Este sería el primer paso y la base para la construcción de la sede que prometía subir el nivel educativo de un municipio y una región atrasada con respecto al resto del país.

Después, y con base en los resultados de Ingeniería Civil y de Presas S.A.S., la institución firmó el contrato de obra CON-14-1-1101 de 2017 con Miroal Ingeniería S.A.S. por un valor de $21 786 millones, para, por fin, dar inicio a la construcción de la fase 1.

Pero cuando la ejecución de la obra de Miroal Ingeniería S.A.S.. estaba en marcha, un consultor de la universidad alertó que había fallas en la realización del otro contrato, el de Ingeniería Civil y de Presas S.A.S., básico para la obra de la fase 1 de la Sede Tumaco.

El 3 de diciembre de 2018, esta persona advirtió que el proyecto que se había adelantado por esa OPS no cumplía con la norma sismorresistente del país y que presentaba varios “vacíos, errores, debilidades e inconsistencias”.

Por esa razón, el 16 del mismo mes se detuvo la obra adelantada por Miroal S.A.S., que iba en el 11,10 % de avance, “correspondiente a localización y replanteo, escarificación, nivelación, compactación de terrazas, construcción de la cimentación de los bloques A, B, C y D”.

A su vez, la Sede Tumaco suscribió una nueva orden contractual, esta vez de consultoría, el 4 de febrero de 2019 por $79 millones con la empresa Gedic Ingeniería, para ajustar la construcción de las edificaciones, teniendo en cuenta las falencias del contrato con Ingeniería Civil y de Presas S.A.S. Sumado a eso, contrató a una persona natural por $19,7 millones para que hiciera la consultoría técnica y el diagnóstico del diseño estructural ajustado de dicha construcción.

Después, a partir del 7 de julio de ese mismo año, la supervisión de la Universidad Nacional solicitó que la obra de la fase 1 de la sede siguiera con los diseños originales; los del contrato colmado de errores. Así la obra avanzó hasta el 11,56 % y el contratista terminó la cimentación de los cuatro bloques antes mencionados, en vano. Después, el 1 de noviembre, la obra continuó con base en los resultados del contrato de Gedic Ingeniería S.A.S.

Y fue inútil porque, prácticamente, los productos que entregó esta empresa reemplazaron los de Ingeniería Civil y de Presas S.A.S. Todo lo que esta última había hecho fue destruido para volver a empezar.

Específicamente, la Contraloría habla de la construcción de la cimentación de los cuatro bloques. Lo expresa en el auto, cuando señala que todo lo realizado desde el comienzo de la obra el 16 de mayo de 2018 hasta el 1 de noviembre de 2019 “no sirvió”. Y esa demolición costó $160 millones de pesos que, según el ente, se configuran en un detrimento patrimonial.

Además, como si no fuera obvio, para el ente de control el valor del contrato inicial con Ingeniería Civil y Presas S.A.S. también supone un daño a las arcas públicas, ya que, como lo dijo el consultor, se pagaron $50 millones por unos productos con deficiencias, errores e inconsistencias.

Pero eso no es todo. De acuerdo con la información que la interventoría le entregó a la Contraloría, el rediseño estructural y lo que este implicó, incluyendo la demolición, conllevó a un detrimento al patrimonio público de $1958 millones por las obras pagadas al contratista y su demolición posterior. Además, la universidad le pagó $190 millones a la interventoría por la obra demolida. Otro detrimento identificado por el ente de control.

Todos estos contratos suman los $2359 millones de detrimento al patrimonio público, por los cuales la Contraloría ordenó la apertura del proceso de responsabilidad fiscal.

¿Qué dice la Universidad?


Según la Universidad la inversión proyectada en la sede es de $30.480.949.414, Contrato No.14 2017, “financiado en el 100% con recursos de la Universidad Nacional de Colombia” (que son públicos).

En una respuesta a la emisora LAFM, la directora de la sede, Amanda Lucía Mora Martínez, respondió que “en la Fase I se cuenta con aportes de cooperación internacional, del Reino de los Países Bajos, para contratos conexos (Interventoría, Carpintería Madera, Carpintería Metálica, Urbanismo y exteriores, Equipos Mecánicos, Señalización, Dotación Mobiliario), por valor de $ 19 478 034 884, de los cuales solo se han ejecutado $1 094 990 314. Los recursos no ejecutados se encuentran custodiados por la universidad y el cooperante internacional en una cuenta bancaria creada para tal fin. Es de anotar que el cooperante internacional está al tanto del estado actual del contrato No. 14 de 2017”.

Entre tanto, en 2019 el entonces gobernador de Nariño, y hoy precandidato presidencial, Camilo Romero, anunció un aporte de treinta mil millones de pesos del Sistema General de Regalías para la construcción de la fase II del campus de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Tumaco.

No se conoce en detalle la evolución de este anuncio.

Continúa diciendo el diario El Colombiano que en el auto de la Contraloría Delegada para la Responsabilidad Fiscal, el ente de control señala como presuntos responsables del daño a Carlos Alberto Garzón, vicerrector de la Universidad Nacional, y a ocho personas más.

Garzón no ha dado respuesta al diario. Por otra parte, tampoco fue posible obtener respuesta de Luz Betty Rodríguez, representante legal de esa empresa a quien también se le envió un correo electrónico, después de no haber logrado contactarla en el número telefónico de la compañía. Así mismo, Andrés Bernal, representante legal de Ingeniería Civil y Presas S.A.S. le dijo a este diario que no emitirá ningún pronunciamiento, además de responder a cualquier requerimiento que haga la Contraloría.

Historia de la sede


Esta sede (la Pacífico de la más reconocida universidad pública del país) se proyectó en 1997, mediante el acuerdo 14 de 1997 del Consejo Superior Universitario, en época en que fueron rectores Guillermo Páramo y Víctor Manuel Moncayo.

En 2011, se adquirió un predio de 44,7 hectáreas en el kilómetro 30 de la vía nacional Tumaco-Pasto, y en 2014 se inauguró el edificio del Centro de Estudios del Pacífico (CEP). En 2015, bajo la rectoría de Ignacio Mantilla, la Sede Tumaco recibió la primera cohorte de estudiantes bajo la modalidad del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (PEAMA).

En noviembre de 2016, el Ministerio de Educación y el Gobierno de Holanda firmaron un acuerdo para la construcción y administración de la Sede Tumaco de la Universidad. Países Bajos entregó $49 mil millones de la época, correspondientes al 35 % del total que se tenía pensado para la construcción, adecuación y funcionamiento.

Para este proyecto la embajada de Holanda aportó doce millones de dólares y la Universidad también hizo una apropiación de recursos.

En abril de 2018 la ministra Yaneth Giha Tovar puso la primera piedra de la sede, de la que oficialmente se dijo que:

Tendrá un costo aproximado de $157 000 millones. Este proyecto cuenta con dos fases:

En la primera se construirán salones de clase, auditorio, laboratorios, biblioteca y un restaurante. Esta etapa concluirá en 2019.

En la segunda se aumentará el número de salones, laboratorios, museo y espacios destinados a actividades académicas, investigativas, administrativas y de recreación y deporte, para mejorar los que ya existen.

PD. En la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia ya no aparecen las noticias sobre anuncios al respecto que, sobre la sede, ha hecho la Institución estos últimos años.

El Observatorio de la Universidad Colombiana

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